lunes, 13 de abril de 2009

Antología B*

Podría decirse que la vida cambia como uno quiera que cambie, que algunas cosas puedan mantenerse en el tiempo y otra simplemente se van al olvido, pero mi pregunta es ¿si es así con las palabras también será de igual forma con los actos?. Me parece imposible entender ciertas cosas que la vida me muestra de una forma tan justa y precisa, de una manera en la que se abren aún más mis ojos ante esta cruel realidad, para demostrarme que lo que veo es erróneo y que lo que tengo frente a mi ojos no es más que una tonta ilusión, que murió hace ya muchos años atrás.

Jamás creería que me equivoco cuando golpeo justo en el clavo, es más sé que tengo tanta razón como también sé que me puedo estar equivocando, pero siendo sincera mis pensamientos no me engañan y la verdad tampoco, si al fin y al cabo todo se sabe tarde o temprano y aunque en mi caso por algunas razones que siempre he querido saber lo sé más tarde que nunca. Pero eso no ha de cambiar las cosas, es más las aclara a un punto tan máximo que me dan ganas de gritar a través de un megáfono todo lo sé, todo lo he visto, todo lo que en mi interior hay y que sólo algunas personas logran saber y es mas que nada porque hay gente que comete errores tan estúpidos que a veces compartirlos con lo demás en misión de reflexionar ayuda y mucho. No me gusta juzgar mucho a las personas, pero una vez que me dan su palabra o no tanto su palabra si no que hablan con una profundidad tan majestuosa, que incluso llego a pensar ¡Ay, caramba que le han dado! y luego traicionan a su propia palabra o a su propio Criterio, valgame Dios que idiotez no. En cierta forma eso me demuestra que nada ha cambiado, que tal vez las persona ven el cambio en son de defender sus actos, pero viéndolo con ojo de águila no son más que estupideces, no son más que actos inmaduros o como diría yo no son más que actos de calentura y desesperación, por adquirir un poco de ese amor que no se tiene, que no se posee y que como buen disfraz se usa para tapar lo que llevamos dentro.

Me gustaría poder escribir todo lo que me han dicho, cada una de las palabras que guarda mi mente y destacarlas tan brillante que la persona que las leyera se daría cuenta de las boludeces que dice en ese momento y de los actos que comete después. Creo sinceramente que así nadie forma su honorable criterio y creo que nadie de esa manera llega a lograr algo bueno, empezando por el hecho de ser algo repentino, algo del momento, algo totalmente pasajero sin valor ni importancia, pero que le podemos hacer, si hecho ya está y claramente no podemos volver atrás, tal vez soy yo la que piensa así o simplemente es algo que tenía ganas de expresar porque es cierto no hay cosa que me moleste más que alguien se me pare en frente con la voz tan imponente como si esta vez fuera la vencida y me diga en mi cara que los errores cometidos antes no se volverán a repetir y que los actos de hace algún tiempo no fueron más que pensados con una parte del cuerpo que ni me atrevo a nombrar, pero qué pasa ahora, que alguien me diga qué pasa ahora, cuando ciertas cosas se vuelven a repetir, cuando ciertos actos de baja moral vuelven a ocurrir, tendrán esas personas algún argumento que diga que esta vez fue diferente por tal y cual motivo ¿existirá ese párrafo defensivo que haga parecer que todo es correcto? pues me vale si es así, porque para alguien como yo que ve las cosas tan racional y locamente eso no tiene nombre, no tiene valor alguno y menos si ante aquella justificación existía también la de amar a otro con tal fervor que si no aparecía era muerte súbita si o si.

O sea ¿De Qué Estamos Hablando? ¡Hello! existiran las hadas mágicas que hagan madurar a las personas o más que eso las haga pensar dos veces ¿ah?, ¿tan poco nos hacemos valer? ¿donde queda nuestra dignidad por Dios? y así me sorprendo de eso jóvenes de 15 años que andan por la vida como si todo fuera sexo y placer y no soy capaz de darme cuenta que aún siendo mayores hay personas de igual forma. De todas maneras no me queda mucho por decir acerca de esas criaturas que no ven o mejor dicho que no piensas con lo que tiene dentro de la cabeza, pobre de ellos que como siempre he dicho el día que aterricen y se peguen el porrazo de su vida se van a arrepentir y miraran al pasado con angustia de no haber hecho mejor las cosas, de o haberlas pensado DOS VECES. Creo que hay tanta gente hipócrita como pelos en la cabeza y que entre mentira e ilusión no hay mucho que decir y mucho menos entre ciegos y con sentido de visión, porque al final de cuentas siempre elegimos lo fácil, lo que nos lleva al éxito de manera más simple, para no detenernos a pensar en lo que en verdad estamos haciendo, pero no recuerdo quién dijo que era mucho mejor ir por el camino difícil, ese que pareciera que cada vez que damos un paso tropezamos, pero que al final trae unos frutos tan dichosos, que miraremos para el lado y diremos "así nunca quise terminar" que la manera fácil no sirve y menos si lo que más deseamos como seres humanos es alimentar el espíritu.

Me gustaría que algunas personas recordaran lo que es tener valor a si mismos, lo que es hacerce valer, demostrar que no somos tan débiles ni desinteresados con nuestras propias vidas, saber que tenemos un pensamiento más desarrollado que el que teníamos hace un tiempo atrás y que en realidad hemos crecido, madurados, que hemos superado lo que llamábamos adolescencia, lo que llamábamos idiotez, más me doy cuenta de que no es así y que no son más que las palabras las que alimentan a un ser sin actos de dignidad.


"De qué sirve demostrar lo que se tiene por fuera, si por dentro no son más que un entes vacíos"

"La indignación moral es la estrategia tipo para dotar al idiota de dignidad"
(Herbert Marshall McLuhan)


Me causa angustia decepcionarme cada vez más de las personas, que creí sabias en algún momento.