Hoy no fue el mejor día de mi vida, ni tampoco el más común que pude haber tenido, fue un día espantoso que me trajo recuerdos muy terribles del pasado, de ese pasado anterior a la persona que siempre le dedico mis entradas, es ese pasado que muchas veces doy por olvidado, pero dejo rastros en mi cuerpo, en mi brazo, en mi memoria.
Hasta ayer pude haber tenido una suerte fugaz de que las cosas andaban bien, de que esos problemas que atormentaban a mi vida no eran más que casuales, hasta anoche podía haber creído que las cosas estaban bien, estaban al menos saliendo bien, pero sabemos que nada es seguro y hoy creo que un colapso feroz atrapo a alguien y de paso me atrapo a mi. No se imaginan como me siento, cuanto he llorado, cuentas cosas se vinieron a mi mente de un sopetón, fue terrible y casi un devastador pensamiento para mi ser.
No creo haber recordado tantas cosas en un día, ni haber vuelto a sentir ese dolor terrible que se siente cuando una navaja corta tus muñecas, no creo haber vuelto a sentir ese dolor tan viviente en años, pero hoy me sobre paso, no alcance a resistir este día, me carcomió por dentro y volvió a dejar huellas en mi cuerpo, no se lo doy a nadie y aunque paresca absurdo me salvo, volví a tener estas crisis de ansiedad en donde los nervios parecen descontrolados y el corazón vuelto loco, en donde mis manos mojadas y frías no hacían más que estremecerse al igual que mi cuerpo, es un sentimiento terrible es algo sin explicación, no creí que pasaría por aquél acto de cobardía otra vez en donde veía la sangre correr a través de mi brazos, pero vaya que me salvo del abismo, me quito ese dolor oscuro y alivio este malestar en mi... pensé que aquél sentimiento sería bueno mas no fue así, porque de un momento a otro me encontré en la calle llorando descontrolada, mirando como los autos pasaban a mi lado y yo inmóvil sin reaccionar, quise morir en aquél instante, recordé las peleas, los malos momentos, las navajas en el suelo, recordé el baño, recordé las lágrimas, recordé la sangre y recordé esta maldita depresión que me amarga la existencia y me hace vivir en un tormento tan infeliz que cada vez que se hace presente, pareciera que mi mente deja a mi cuerpo y no soy más que una simple mujer parada ahí bajo la lluvia, sola y llorando, gritando por dentro y queriendo morir. Fue terrible, fue el suceso que marco mi día, que me hizo volver a casa con los ojos rojos y la pintura corrida, que hizo que mi padre me preguntara que por qué lloraba y yo sin poder decir nada, porque ni las palabras se atrevían a salir.
¿Como me siento ahora? siento que mi mundo se dio vuelta y que la tristeza atravesó la puerta de mi vida e hizo un desastre con todo lo que sentía, trate de pedir ayuda, trate de no hacerlo, trate de que esos momentos no volvieran a mi mente otra vez, pero me fue imposible y quedandome quieta volví a respirar... no culpare a nadie, ni diré los motivos que me hicieron hacer tal cosa, pero desearía no haber pasado por estoy hoy, porque me sentí más vulnerable que nunca, porque me pillo volando bajo, porque me pillo con la tristeza en la mano y el nudo en la garganta que no podía respirar. El paso del viento cambio y de un momento a otro me dejo, fue más terrible que perder la vida, fue más terrible que el dolor, es tan terrible saber que te quieren dejar, porque ya nada bueno entregas y lo que se relaciona a mi es no es más que mal.
No quiero hablar, no quiero seguir pensando mas temo volverme loca, no quiero saber que me dejan ni mucho menos que ya no habrá más de aquella gota de alegría que inundaba mi corazón hace poco, el miedo volvió como nunca y la esperanza se ha marchado, temo enfrentar las terribles palabras de aquella persona que de un momento a otro decidió dejarme y sin tratar de impedirlo deberé asumirlo por su bien, porque no quiero hacerle mal, porque no quiero ser un obstáculo ni mucho menos un molestia... pero dejenme llorar en esta despedida que me ha hecho volver a aquellos tiempo en que la depresión no era más que el diario vivir de mi rutina y las lágrimas la única expresión que conocía.
A mi querido amor más daño no le quiero hacer y mucho menos insistiré, pero cuanto habría deseado saber por qué, cuanto habría suplicado porque no me dejara otra vez... ya no se qué decir, ni pensar, ni tampoco tengo ganas de hablar, me he vuelto invisible y este dolor sólo lo verán aquellos que saben cuanto duele perder a la persona por la cual harías todo sin mirar atrás ni pensarla dos veces, qué si estoy triste... estoy que muero, pero de alguna manera tendré que olvidar, y volver a estar sola en esta oscuridad, sólo espero que estas marcas en la piel se borren lo antes posible y que la sangre que hoy broto de aquellas herida dejen de manchar el lugar en donde estoy.
No soporto las peleas, ya no aguanto más los gritos, no soporto su voz, ya no quiero seguir, no puedo con mi vida, ni con esta tristeza que me esta matando de a poco, por Dios que desearía ser feliz, por Dios que desearía morir... en este lugar no hay paz y mi cuerpo ya no resiste más.
Y me preguntare mil veces...
Qué hice,
Qué dije,
Qué salio mal...
Para que ella decidiera abandonarme.
