jueves, 26 de febrero de 2009

A qué le Temo...

Cuando la soledad abarca al corazón y en la profundidad un latido lento y afligido se hace más fuerte y rápido, comienza el temor, cuando sientes el temblor de las manos, la tensión corporal y el animo un poco fatigado, sabes que ha comenzado y todo para hacerte perder la cabeza por un rato, eso me pasa cuando pierdo el horizonte, cuando siento que las cosas no marchan como quiero, cuando en el camino tropiezo con una piedra o cuando en este camino aparece una curva no esperada, aunque un poco prevista pero nunca tan cerca como para hacerme perder el rumbo.

No es que sea pesimista, todo lo contrario, pero es que cuando las cosas pasan una y otra vez siempre queda el rastro de lo peor y para mi sinceramente ha sido muy complicado de olvidar, tal vez sea desconfianza, y a la vez mucho miedo de volver a caer, y es que a eso le temo, a no saber levantarme cuando vuelva a caer de rodillas rendida ante los sucesos, cuando no me tiendan la mano, cuando las palabras que alguna vez me dieron seguridad no sean más que palabras en el aire y con el se vayan volando para dejarme tirada ahí, en el piso, en donde siempre quedo después de los golpes que me da la vida.

Sé que no soy tonta al pensar así, pero le temo a todo, temo perder la cabeza, a volverme loca y acabar con mi vida, temo quedarme sola, tan sola que ni la oscuridad se haría parte de mi vida, temo por todo, por las mentiras, por las traiciones, temo a que jueguen conmigo y con mis sentimientos y es que es cierto el ser humano es algo tan demoledor con sus pares, tan severo con sus palabras, tan cruel con el alma y el corazón que temo a que me dañen tanto como para no seguir adelante, temo volver atrás y quedar con las heridas abiertas, temo que mañana me sorprendan con noticias que tal vez no quería escuchar, temo a que hoy en este presente cambie todo y no quede rastro alguno de mi felicidad... la vida es una perra que nos entrega alegría para luego arrebatárnosla y hacer de nuestro destino lo más incierto que tengamos.

Me canso de pensar en el futuro, pero no me imagino buenas cosas cuando todo comienza a cambiar de tal forma que lo temores vuelven al cuerpo y la inseguridad se apodera de la mente, para así cometer errores y pensar quién sabe qué cosa, soy tan frágil, tan sensible a ciertas cosas, que temo a que me vuelvan a dañar, a que me dejes otra vez tirada sin más nada que decir, mi preocupación es tal que a veces creo ver en mis sueños como salgo destrozada de tales batallas, no quiero combatir en la guerra, más fuerza no creo tener, pero sé que nadie quiere eso y menos si es alguien a quien amas, o tal vez me equivoque y no sea así, quisiera tener un poco más de confianza en eso, en esa relación tan cambiante, en esa persona con múltiples personalidades, quisiera tener la confianza suficiente para no tener que pensar tonteras y mucho menos imaginarme cosas, porque siendo realista seria una verdadera estupidez de mi parte, pero me duele tanto pensar en que la felicidad se acabe y mi corazón vuelva a salir roto de esto. Es cierto temo a muchas cosas, pero más temo a quedarme sin ti nuevamente, a tener que conformarme con lo de siempre, a superar una y otra vez la misma caída para luego volver a levantarme y caminar.

Tengo miedo y temo, tengo alma y corazón, sé que no estoy sola, pero lo estoy, sé que te amo más tú no, pero en este planeta podrá existir amor tal que su vida ha de dar por ti, aparte de mi.


La inseguridad mata al cuerpo, como el temor mata al alma y al corazón.



Muchos temores nacen de la fatiga y de la soledad.
(Max Ehrman)

No hay cosa que más avive el amor que el temor de perder al ser amado.
(Francisco De Quevedo)

Puede haber amor sin celos, pero no sin temores.
(Miguel De Cervantes Saavedra)