martes, 6 de enero de 2009

Falling Down So Deeply

Dicen que la esperanza es lo último que hay que perder, que siempre hay que mantenerse firme pese a las deidades, que con la frente en alto y una marcha firme se puede seguir adelante, se dice esto y más, pero qué se puede decir cuando el corazón esta tan roto que ni un pedazo de él es capaz de reponerse por un poco de amor y en que en vez de ello las cosas empeoran y se convierten en algo tan fatídico como el haber nacido. Mi cuerpo se siente debastado, como si una ráfaga de olas lo hubiera arrastrado a través de océanos sin limites, sin esperanza de volver a tocar tierra, tan destrozado que no sería capaz de levantarse solo... "no quiero morir" dice mi mente, no quiero dejar atrás una vida que esta recién comenzando, pero el cuerpo y el alma dicen algo tan diferente, que ni conectarse han podido frente a tal ráfaga de sentimiento y dolor.

Si yo supiera como conectar bien mis palabras y mis sentimientos tal vez sería un robot, si tan sólo pudiera ser más fuerte y no demostrar tan facilmente lo agotada que estoy, tal vez sería mucho más tolerante con las cosas que pasan en mi vida, pero díganme qué se puede hacer cuando la melancolía te atraviesa como un lanza y sientes mil espadas en tú espalda, qué se puede hacer cuando te das vuelta a mirar quién esta detrás tuyo para darte firmeza y apoyo en situaciones que en realidad lo meritan y simplemente no encuentras a nadie... las lágrimas podrían dejar de caer y los cielos podrían seguir claros, pero en el fondo mi alma se encuentra oscura, perdida, sola entre tanta lejanía, sé que soy culpable de mis emociones así como también de mis sentimientos y mis actos, pero si tan sólo se dieran cuenta de que los realizo con tanto amor, para que de vuelta recibir un puñado de dolor en el pecho, ¿acaso soy culpable de todo? o es que acaso ya estoy lo suficientemente muerta como para seguir siendo un espíritu vivo entre tanta multitud.

Me han dicho que la muerte es una etapa que llega en su determinado momento, que es mejor esperar por ella, que ni por casualidad hay que incitarla, pero qué pasa si yo creo que ya es mi hora, que mi cuerpo cansado no puede más, acaso habrá alguien que me de una razón suficiente como para seguir con vida, para no abandonar mis planes, para no perder esto que me ha dado Dios ¿acaso existe una razón?. Seré una cobarde, una persona de pocas agallas, seré los miles de adjetivos que le pueden poner a alguien que piensa en quitarse la vida, pero qué otra opción hay si ya ni vivir es suficiente, ya no hay razones que me convenzan, si ni mi familia, ni los que me rodean me ayudan con mi dolor. Es un infierno en el cual aterrizo cada vez más profundo y que salir se ha hecho una odisea, tengo tantas ganas de gritar, tantas ganas de llorar, tantas ganas de correr al puente más cercano y colgarme de él hasta dar el ultimo respiro de aliento, yo sé que puedo más, yo sé que tengo ese valor, pero lo siento tan perdido cuando lo único que más amo en este mundo me deja con este dolor, con esta culpa, con esta idea de que todo lo que hago, lo hago mal y que al fin de cuenta no valgo más que aquellos hombres que han pasado por su cuerpo... si tan sólo pudiera seguir siendo feliz como antes, como hace horas, como hace días, como hace años, creo aún querría vivir en esta tierra tan cruel.

Pero una parte de mi puede lidiar con todo ello, con todo este alboroto emocional, con todo este dolor que mata hasta la más fina sensación de alegría en mi corazón y es que sé que puedo más, aunque mi cuerpo abatido no sea capaz, es como dicen muchas veces la mente es más poderosa que el cuerpo y vaya que puede ser cierto, pero es cierto yo dispuesta a vivir no estoy y creo que sólo lo hago por amor, por aquél sentimiento que me arrebato la vida y que hoy me ha hecho tan difícil vivir los días en esta tierra.

Si tan sólo se diera cuenta, si tan sólo notara lo cansada que estoy, si tan sólo viera en mi a través de mi cuerpo y viera por una vez en su vida la persona que soy, tal vez muchas cosas habrían cambiado, pero sé que seguiré siendo la misma, sé que seguiré siendo la que esta al lado y nada más, la que de palabras se alimenta y que de amor ya no vive, la que es un estorbo en el camino, la que puede desechar a su antojo y volver a recoger a su manera y lo sabe porque, sabe que el amor puede con eso y con mucho más.


En la tumba reiré, en la tumba amaré y en el camino hacia mi muerte sentiré que en esta vida, las personas como yo no son más que bastones para sostener cuerpos, corazones y borrar dolores.


"Cuando se ha perdido todo, cuando ya no se tiene esperanza, la vida es una calamidad y la muerte es un deber."
(Voltaire)

"Siempre es consolador pensar en el suicidio: de este modo se puede sobrellevar más de una mala noche."
(Nietzsche)