lunes, 11 de agosto de 2008

Reencuentro Extasiante

Muchas veces pensamos que hay días en los que los hechos sucedidos en él, son mejores que los de otros días, para mi el día lunes siempre ha significado algo bueno, algo que me hace sentir bien y estimulantemente feliz.

Hoy como cualquier otro día comencé mi día feliz o más bien normal, sin preocupaciones y sin mucho que hacer, mas que ir a clases y quién sabe si sale algo entre eso, pero el destino muchas veces nos sorprende y nos da regalitos muy apreciados, tanto que muchas veces no los imaginamos o más bien no los esperamos. Hoy como cualquier otro día las cosas andaban perfectas, se sentía en el aire un ambiente de tranquilidad y a la vez de entusiasmo, no obstante y un poco agotada por las clases, sabía que esa tarde podía cambiar. De pronto una llamada se hace presente y atendí a ella, era una especie de juntación para poder ver a mi querida mujer, aunque haya sido sólo por unos minutos, sé que los minutos previos a ello me hubiera resistido a ir a verla, pero al fin y al cabo fui, sin pensarlo más caminé por aquellas calles habitadas por cientos de personas y buses. Caminando no muy veloz, ni tampoco muy lento, tuve el reencuentro más exquisito de este año, el momento más efervescente que pude haber tenido, en el lugar preciso, en el tiempo adecuado, en la órbita entre su galaxia y la mía, en un golpe de suerte tuve el reencuentro con un viejo y gran amor.


"Cruce la calle para ir al encuentro con mi ex mujer, mientras guardaba mi celular no miraba hacia el frente, más mis ojos pendientes de los buses iban, cuando ya iba cruzando la segunda calle observe a lo lejos una figura que mis ojos conocen muy bien y que mi mirada a este punto de vida ya había olvidado, una figura femenina, cuyos rasgos podría describir perfectamente en una poesía, los nervios se sintieron de inmediato, la sonrisa despego de mi boca y la mente como en un momento de muerte recordó los cientos de sucesos vividos con aquella figura, que caminando solitaria en dirección opuesta a la mía venía, sentí como la sangre subía a mi rostro y como me sonrojaba frente a su presencia, raramente me suceden estas cosas, raramente me encuentro con esta persona, es más es tan raro que lo haga que cuando sucede se revolotea todo en mi... a medida en la que nos acercábamos observe como salía una sonrisa de su boca y notaba como trataba de encontrar la palabra perfecta para decirme al momento del encuentro, camine ni tan aprisa ni tan lento, mirando los autos a mi alrededor y por si el semáforo cambiaba de color, su mirada por así decirlo penetro la mía y sin quitarnos los ojos de encima nos acercamos y tuvimos la valentía de decirnos ¡Hola!, pensé que seguiríamos de largo como habitualmente lo hacíamos, pero nos detuvimos y así como en la imagen se detuvo todo en mi, el tiempo no corrió y levemente sentí el silencio de los tormentosos autos, con un poco más de valentía le robe un beso, que sentí tan bien recibido y devuelto por parte de ella, las palabras brotaron en su perfecta sinfonía, creando el momento más impresionante del día, sentí las ganas inmensas de abrazarla y respirar su aroma, detenerme cerca de su cabello, observar si los años la han cambiado, pero así como el tiempo avanzaba, aquél momento avanzó y como si sólo fueran unos segundos terminamos por decirnos adiós, si la describiera en este momento recordaría su voz un poco ronca debido a su resfriado que note al momento de hablarnos, recordaría la escarcha plateada sobre su labio, su pelo más corto y menos rojo de lo habitual, recordaría su piel tan suave y a la vez tan blanca, su sonrisa, su hermosa y bella sonrisa, que los años no han cambiado y ha sabido mantener hasta hoy, sus caderas y su cuerpo tan perfecto ante mis ojos y tan femenino para ser verdad... y fue así que de en un momento a otro nos alejamos, nos terminamos de hablar y sentí unas ganas tremendas de darme la vuelta y llamarla por su nombre y pedirle tan sólo en un minuto un abrazo, un invitación, una oportunidad más de observarla y sentir su cuerpo tan cerca del mio".


Los minutos siguieron pasando, más mi mente no podía dejar de pensar en ese momento, en ese preciso y justo momento; en donde uno comprueba que por más que pasen los años y hayamos dejado atrás muchos recuerdos y experiencias, aún existen en nuestra frágil y sutil memoria y que así como hoy de un instante a otro vuelven a relucir tan claramente como si los hubiéramos vivido ayer. Es como aquél dicho "Cuando uno menos lo espera, aparecen las personas en nuestro camino" y así fue, así tal cual, nada planificado, nada esperado, ni si quiera con la mínima esperanza de verla en un día como hoy; apareció el amor que marco mi vida, mi primer y gran amor, el amor que tengo de hace ya 6 años, el amor más platónico y realista que alguien pudo haber tenido, el amor que me entrego el trance más extasiante del día, el amor más inolvidable junto con el que vivo hoy, mi loco e increíble amor.



Ama un solo día y el mundo habrá cambiado.
Roberto Browning.