De un pensamiento oculto se deducen mil de cosas y situaciones, de entre ellas lo que pasa con nuestra mente, lo que pasa cuando pensamos y de cuando creemos en cosas que no nos dejan meditar.
Hace poco mi mente se ha forzado en pensar en otras cosas, en cierta forma en cambiar de rumbo obviamente a uno mejor, pero como en todo camino aparecen obstáculos o simplemente pequeñas piedras que nos hacen tropezar sin querer hacerlo. No había pensado mucho en la posibilidad de un encuentro casual con mi ex ni mucho menos en volver a hablar de lo que alguna vez llamamos "amor", pero resulta que hace muy poco tiempo en realidad días algo la hizo cambiar, algo que a mi me tiene confundida y levemente extrañada, porque de pronto siento que todo lo que yo espere y puse en su lugar se ha desequilibrado para peor. Nada tiene una lógica exacta aunque siempre tratemos de hallarla, pero cuál será la de esta pequeña y extraña situación.
No he dejado de pensar en lo que ha dicho, en sus palabras aunque sutiles dicen mucho, no he dejado de pensar en el por qué de tal caso, si todos saben que me había rendido, si todos saben que no hay vuelta atrás. Qué estará pasando por su mente, qué estará tramando otra vez... Sinceramente es un miedo sobre cogedor que a pesar de haberlo superado me rodea con cada momento que transcurre, puede que haya cambiado de parecer y que como una gran optimista piense que al fin se dio cuenta de lo que ya perdió, pero si el caso no es así y simplemente lo esta haciendo por cosas que ni yo podría imaginar. De verdad no dejo de pensar en todo lo que ha ocurrido, no le encuentro explicación si de pronto dice algo y al otro cambia de opinión, cuál será su gusto, qué será lo que quiere de mi. No quiero tropezar otra vez con la misma piedra, no quiero caer en ese precipicio sin fin ni salida, no quiero tener que volver a derramar lagrimas por algo que sé no tiene futuro, porque ni yo me lo perdonaría y mucho menos quienes me rodean, pero qué esta sucediendo, no me dejo de preguntar una y otra y otra vez si esto ya había pasado, si esto ya no tenía ni una llama de encendida, si esto que alguna vez tuve había muerte y enterrado con todo lo que ha hecho.
No quiero volver a pensar en lo lindo y fantástico que fue tener una relación, no quiero volver a creer en sus palabras, no quiero pensar que me quiere porque no hay acto que haga cambiar todo lo que me hizo, no hay palabra que cambie mi parecer. Pero si esta la pequeña debilidad que me hace pensar en lo increíble que es el mundo, en lo extraña que es la vida y en lo cambiante que son las personas. No puedo pensar, no quiero pensar, soy débil, mi mente es débil, pero mi camino es fuerte y no quiero volver a caer, ¡no! no puedo. La fragilidad de mi ser me atormenta, porque sé que de él dependen mis actos, porque sé que mi mente aún la recuerda y aunque tenga un nuevo amor, nunca se deja de pensar en el primero. ¡Ay Dios mío! si yo supiera lo que esta pasando, si lo que me dicen es lo correcto y que en realidad debo abandonar todo acto de comprensión y optimismo hacia ella, pero y si en verdad entro en razón aunque su inmadurez la supere y su vanidad la embriague en cosas sin sentidos, cuál será la alternativa correcta para esta prueba del destino, para esta prueba que jamás imagine volver a repetir, no hay caso, no hay solución, si enfrento mi destino y sigo adelante o si me detengo y me pongo a pensar. Cuántas oportunidades más le debo dar o ya se acabaron y no hay más, como hacer para creer en sus palabras y en lo que dice, como hacer para saber que todo lo que hace es cierto, ¡Carajo! mi mente no lo soporta y mucho menos mi corazón que se ha desequilibrado sin razón.
Prefiero pensar que es una locura, prefiero creer que nada de lo que dice es cierto, prefiero pensar que todo esto está pasando por un desliz emocional, prefiero eso y más antes de creer que todo lo que me dice es verdad.
Hace poco mi mente se ha forzado en pensar en otras cosas, en cierta forma en cambiar de rumbo obviamente a uno mejor, pero como en todo camino aparecen obstáculos o simplemente pequeñas piedras que nos hacen tropezar sin querer hacerlo. No había pensado mucho en la posibilidad de un encuentro casual con mi ex ni mucho menos en volver a hablar de lo que alguna vez llamamos "amor", pero resulta que hace muy poco tiempo en realidad días algo la hizo cambiar, algo que a mi me tiene confundida y levemente extrañada, porque de pronto siento que todo lo que yo espere y puse en su lugar se ha desequilibrado para peor. Nada tiene una lógica exacta aunque siempre tratemos de hallarla, pero cuál será la de esta pequeña y extraña situación.
No he dejado de pensar en lo que ha dicho, en sus palabras aunque sutiles dicen mucho, no he dejado de pensar en el por qué de tal caso, si todos saben que me había rendido, si todos saben que no hay vuelta atrás. Qué estará pasando por su mente, qué estará tramando otra vez... Sinceramente es un miedo sobre cogedor que a pesar de haberlo superado me rodea con cada momento que transcurre, puede que haya cambiado de parecer y que como una gran optimista piense que al fin se dio cuenta de lo que ya perdió, pero si el caso no es así y simplemente lo esta haciendo por cosas que ni yo podría imaginar. De verdad no dejo de pensar en todo lo que ha ocurrido, no le encuentro explicación si de pronto dice algo y al otro cambia de opinión, cuál será su gusto, qué será lo que quiere de mi. No quiero tropezar otra vez con la misma piedra, no quiero caer en ese precipicio sin fin ni salida, no quiero tener que volver a derramar lagrimas por algo que sé no tiene futuro, porque ni yo me lo perdonaría y mucho menos quienes me rodean, pero qué esta sucediendo, no me dejo de preguntar una y otra y otra vez si esto ya había pasado, si esto ya no tenía ni una llama de encendida, si esto que alguna vez tuve había muerte y enterrado con todo lo que ha hecho.
No quiero volver a pensar en lo lindo y fantástico que fue tener una relación, no quiero volver a creer en sus palabras, no quiero pensar que me quiere porque no hay acto que haga cambiar todo lo que me hizo, no hay palabra que cambie mi parecer. Pero si esta la pequeña debilidad que me hace pensar en lo increíble que es el mundo, en lo extraña que es la vida y en lo cambiante que son las personas. No puedo pensar, no quiero pensar, soy débil, mi mente es débil, pero mi camino es fuerte y no quiero volver a caer, ¡no! no puedo. La fragilidad de mi ser me atormenta, porque sé que de él dependen mis actos, porque sé que mi mente aún la recuerda y aunque tenga un nuevo amor, nunca se deja de pensar en el primero. ¡Ay Dios mío! si yo supiera lo que esta pasando, si lo que me dicen es lo correcto y que en realidad debo abandonar todo acto de comprensión y optimismo hacia ella, pero y si en verdad entro en razón aunque su inmadurez la supere y su vanidad la embriague en cosas sin sentidos, cuál será la alternativa correcta para esta prueba del destino, para esta prueba que jamás imagine volver a repetir, no hay caso, no hay solución, si enfrento mi destino y sigo adelante o si me detengo y me pongo a pensar. Cuántas oportunidades más le debo dar o ya se acabaron y no hay más, como hacer para creer en sus palabras y en lo que dice, como hacer para saber que todo lo que hace es cierto, ¡Carajo! mi mente no lo soporta y mucho menos mi corazón que se ha desequilibrado sin razón.
Prefiero pensar que es una locura, prefiero creer que nada de lo que dice es cierto, prefiero pensar que todo esto está pasando por un desliz emocional, prefiero eso y más antes de creer que todo lo que me dice es verdad.
Vuelvo una vez más a enredarme en la confusión, pienso en ti más de lo normal, aun sabiendo que puedo quebrantar y que junto a ti jamás conoceré lo que es amar.
