jueves, 20 de septiembre de 2007

Como las Rosas @-]--


Qué será el determinante de que las relaciones se acaben o mejor dicho terminen, todo tiene su fin y muy bien es sabido, pero qué será el responsable de aquello, a veces pueden ser las personas, otras veces situaciones malas y casi siempre los sentimientos, pero habrá una solución para que eso no ocurra y perdure hasta que el fin sólo sea la muerte, así como las rosas se marchitan nosotros moriremos, pero bien sabemos que si cuidamos de las rosas y en cierta forma le damos cariños estas perduran un tiempo mas de lo habitual, por ende ¿pasará lo mismo con las relaciones humanas?. A veces trato de entender porque todo lo que ha terminado nunca mas vuelve a empezar: como lo fue alguna vez y es que acaso existirá la manera de mantener eso a través del tiempo o sólo que para ello el tiempo se detiene y no sigue, no creo que el tiempo se detenga para ello, pero como vi en un programa no es el tiempo el que se encarga de las relaciones, sino mas bien las personas que forman esta relación, porque puede que exista una relación en la cual lleves un mes conociendo a alguien y en ese periodo de tiempo conosiste todo acerca de aquella persona, pero también puede que hayas estado un año y jamás hayas conocido algo de ella y mas sorprendente aún, nunca la hayas entendido, pero ¿por qué pasara esto? en realidad no lo sé y por mas que trate de buscarle una respuesta no aparece, será que la persona con la que se esta es responsable de ello, o mas bien nosotros que no nos encargamos de conocerlo y muchas veces nos hacemos los ciegos de aquello que se presenta muy claro frente a nosotros, siempre existe un responsable, una causa o al menos una respuesta, que muchas veces se pasa por alto.

Muchas veces he intentado mantener esas rosas con vida y que perduren a través del tiempo, aunque la naturaleza se anteponga a aquello, pero reconosco también que no son eternas y que su belleza algún día se marchitará, así como lo están haciendo ahora, pero mientras no quiero esas rosas mi rosa se marchite y mucho menos que muera, porque mucho me ha costado mantenerla con vida y mas cuando la tormenta se encarga de robarle uno de sus hermosos pétalos rojos que tanto amo. Puede que así como Dios tiene algo preparado para nosotros también la naturaleza tenga algo para esas rosas, que las encontré un día cualquiera y hasta hoy se me ha hecho muy difícil despergarme de ellas.

Aunque los días pasen y se acabe el mundo yo mantendré mis amadas rosas con vida y aunque me cuesta la mía propia lo haré, porque nunca hay que darse por vencido y menos frente a algo tan bello y tan difícil de encontrar, porque son únicas, especiales y bellas, tan bellas que no hay comparación para aquella perfección entre cada pétalo que forman su cuerpo, ese cuerpo increíble que atrae a las mariposas a reposar sobre ellos.

Por las mañanas su color rosado me ínsita a pensar en su dulce piel, por las tardes su color menos intenso y mas oscuro me recuerda sus exquisitos labios y por las noches su burdeo me recuerda las manos suaves que tanto ame.



Rosas hermosas, únicas e inigualables, que te clavan sus espinas y te hacen sangrar hasta alcanzar su color.